Cuadernos de otros cursos

lunes, 1 de diciembre de 2008

Celebración y culto a la Madre Santísima de la Luz en la ciudad de Tijuana.



Por Álvaro Alejandro Evangelista Sepúlveda

Presentación

En el presente artículo muestro un breve esbozo sobre lo que es la celebración y el culto a la Madre Santísima de la Luz en la ciudad de Tijuana, específicamente en la colonia Miramar. Para su realización entrevisté a José Luis López Rubio, quien es coordinador del Barrio Ocho y coordinador general de esta celebración.

Justificación

Tomé este tema para realizar un artículo de difusión cultural, porque es algo tal vez considerado pequeño por algunas personas o totalmente irrelevante para otras, pero que tiene una significación muy importante para un grupo de personas que rescataron una antigua práctica cultural del centro del país y la establecieron y adecuaron en la colonia Miramar, en la ciudad de Tijuana en la segunda mitad del siglo XX.

Veo, así mismo a este trabajo como una microhistoria sobre el lugar donde vivo, enfocada en una práctica cultural que pareciera que en la frontera norte de México ya no tiene cabida o que es innecesaria para su desarrollo, pero que sin embargo esta allí y se ha conservado por casi cuarenta años.

Aparte de lo que ya mencioné considero que es patrimonio cultural porque es un bien que un grupo de personas estima, conserva y sigue nutriendo a pesar del paso del tiempo y de la irrupción de nuevas formas religiosas y de asignación de valores a ciertas cuestiones que antes tenían otra significación.

Por último, antes de entrar de lleno a lo que son los antecedentes de la celebración, me permito mencionar que este no es un trabajo analítico sobre la celebración y el culto a la Madre Santísima de la Luz, sino que es un escrito cuyo fin es dar a conocer una práctica cultural y religiosa muy interesante realizada por un grupo de tijuanenses.

Antecedentes

La colonia Miramar se fundó en 1957 de acuerdo a los lineamientos establecidos por la Ley de Planeación Urbanística del Estado de Baja California, promulgada por el entonces gobernador de Baja California, Braulio Maldonado. Esta ley tenía como propósito establecer los parámetros para el posterior desarrollo urbano de Tijuana, previendo que la ciudad podría sostener una población de 400,000 a 500,000 habitantes en un espacio de cerca de 10,000 hectáreas.[1

A partir de este momento se comenzó a regular la repartición de terrenos entre las personas y familias que se iban estableciendo en los terrenos asignados a la colonia Miramar. Y en este sentido es que se consigue que en 1969 se done un terreno sobre la calle Miguel Inclán para la construcción de un templo católico. A partir de esta fecha se inicia la celebración, cada miércoles antes del día de Pentecostés, en honor de la Madre Santísima de la Luz, la cual había sido elegida patrona del templo que estaba por construirse. El origen del culto a esta Virgen se remonta hasta 1722 en Sicilia, donde una monja tiene la visión de una Virgen que salva su alma de caer en la boca de un monstruo maligno. Ese mismo año se realiza la pintura de la llamada Madre Santísima de la Luz, la cual es trasladada en 1732 a la ciudad de Palermo, donde es subastada, ganándola los jesuitas, que la envían a su templo en la ciudad de León, Guanajuato, desde donde se extenderá su culto hasta alcanzar la ciudad de Tijuana.2

Volviendo a la cuestión anterior, la primera piedra del templo se coloca en 1970. A partir de este año se comienza a reunir el dinero por parte de la creciente comunidad de la Colonia Miramar para la construcción del templo. El templo termina de construirse en 1987 y recibe la categoría de capilla, la cual le priva de la presencia permanente de un sacerdote católico, el cual tiene que venir, primero de la parroquia de la colonia Gran Tenochtitlán (hasta el 2004) y luego de la parroquia de la colonia El Mirador. Este rango de capilla lo conserva el templo hasta nuestros días a pesar del fervor religioso de los habitantes que la construyeron. Aunque esto no le ha impedido ser sede de una congregación de monjas y de celebraciones a la Madre Santísima de la Luz. 3

En esta celebración pueden distinguirse tres etapas, que he denominado de la siguiente manera: fundacional, de 1969 a 1984; de los nueve días, de 1984 a 1993; y de los nueve barrios, de 1993 a la actualidad. Durante los primeros quince años de la celebración esta duraba tres días, en los que tres familias tomaban la responsabilidad de organizar un rosario y un pequeño festejo. En realidad era algo verdaderamente sencillo, debido a que era algo más familiar que comunitario, ya que la familia que se hacía cargo de la celebración invitaba a los parientes y amigos más cercanos que tuviera en la colonia o en general en la ciudad de Tijuana. 4

Los siguientes nueve años, de 1984 a 1993, establecen la celebración por nueve días, ya que la población ha aumentado y más familias pueden hacerse responsables de la celebración por un día. Durante estos días se reza el novenario (un rosario diario), se hace comida para los invitados de la familia y si es posible se organiza un baile. De 1984 a 1987 se realizan un sinnúmero de eventos a lo largo de estos tres años, con el fin de reunir dinero para terminar la construcción del templo, el cual se inaugura en 1987.[5]

La última etapa que podemos identificar se extiende de 1993 a la actualidad, en que el sacerdote Javier Gutiérrez, ante el incremento de población establece la modalidad de los nueve barrios, con lo que la responsabilidad que anteriormente recaía en familias, ahora se encontraba en manos de grupos de la comunidad. Cada uno de estos barrios abarca dos cuadras lineales y tiene un coordinador que se encarga de disponer el cómo su barrio honrará a la Madre Santísima de la Luz. Se acostumbra a partir de 1993 que se elija una casa de cada barrio para la realización del rezo del rosario y a la vez como punto de partida para una peregrinación, la cual llega a la capilla, donde es recibida por un sacerdote, que bendice a los peregrinos y los invita a celebrar la misa en el interior del templo.6

El número de los participantes ha aumentado con el paso del tiempo, con la llegada de colonos de otros estados del país, principalmente del Occidente de México7 y en específico del estado de Jalisco8 y aún a pesar del establecimiento en la colonia Miramar de una gran cantidad de grupos o iglesias denominados protestantes, como Testigos de Jehová, Cristianos, la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, entre otros, que han tenido bastante éxito entre la población local y han conseguido que muchos católicos se conviertan a sus iglesias y doctrinas. Hoy se cuentan por cientos los asistentes a las celebraciones en honor a la Madre Santísima de la Luz, con visitantes de otras colonias (Gran Tenochtitlán, Divina Providencia, El Mirador), de la ciudad de Rosarito y de los Estados Unidos de América. Se observa pues que es una práctica cultural en constante transformación y crecimiento.

Tipo de patrimonio

La celebración y el culto a la Madre Santísima de la Luz es un patrimonio cultural intangible, dado que es una idea o serie de ideas las que un colectivo mantiene estimación y una profunda relación. Pero este patrimonio cultural intangible se convierte en tangible a través de las celebraciones, peregrinaciones, comidas, etc., que son de carácter material, dándole forma e imagen a una idea. Es por esta razón que pienso que es patrimonio cultural intangible que al ser llevado a la práctica por los fieles católicos de la Madre Santísima de la Luz adquiere también la significación de patrimonio cultural tangible.

Para la elaboración de este escrito entreviste a José Luis López Rubio, quien es coordinador del Barrio Ocho y coordinador en jefe o general de la celebración completa. Al cuestionarlo sobre que sentía al participar de manera tan activa en esta celebración él me comentó: “Siento preocupación por que todo salga bien, porque los preparativos duran varias semanas y pues queremos que todo salga bien…También siento satisfacción por lo que hago de todo corazón y por amor a la virgen…Además de que la amistad es algo que está muy presente”.9

Comentarios finales

Estas sencillas palabras nos muestran, a grandes rasgos, el sentir de las personas por que la celebración sea todo un éxito, sin que haya contratiempos o situaciones que afectan de una manera grave su fiesta. Otro aspecto rescatable es que esta celebración alienta y favorece la convivencia de los habitantes de la colonia y crea un ambiente de hermandad muy interesante.

Tan solo me resta dar las gracias a la maestra Miriam García por el apoyo que me brindo para la realización de este escrito y a José Luis López Rubio que me permitió entrevistarlo y me proporcionó una serie de fotografías para ilustrar el documento.

Anexos


Casa de la familia López Rubio con un altar dedicado a la Madre Santísima de la Luz (Colección Familia López Rubio).



Vista lateral de la peregrinación a la Madre santísima de la Luz a su paso por la calle Blanca Estela Pavón (Colección Familia López Rubio).




Vista posterior del carro alegórico que lleva la imagen de la Madre Santísima de la Luz (Colección

Familia López Rubio).


Llegada de una peregrinación a la capilla de la Madre Santísima de la Luz y recibimiento de la misma por el sacerdote Arturo Orta (Colección Familia López Rubio).


Fotografía de José Luis López Rubio (Colección Familia López Rubio).


Fuentes primarias

Colección Fotográfica de la Familia López Rubio. Consultado en Tijuana, B.C., 4 de Noviembre de 2008.

Evangelista, Álvaro. Entrevista a José Luis López Rubio, Coord. De la Fiesta Patronal de la Madre Santísima de la Luz, Col. Miramar, Tijuana, B.C., 15 de Noviembre de 2008.

Fuentes secundarias

Página del ayuntamiento de la ciudad de Tijuana, con contenido sobre la colonia Miramar, http://www.tijuana.gob.mx/ciudad/CiudadDesarrollo2.asp (acceso octubre 15, 2008)

Página de turismo religioso de la Iglesia Católica, con contenido sobre el origen del culto a la Madre Santísima de la Luz y su historia en México, http://www.es.catholic.net/turismoreligioso/659/1202/articulo.php?id=32338-77k- (acceso octubre 20, 2008)

Red de investigadores del fenómeno religioso en el Centro Occidente de México. El fenómeno religioso en el Occidente de México. VI Encuentro de investigadores. Zapopan: El Colegio de Jalisco, Universidad de Guadalajara-Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades, 2004.

Vázquez, Lourdes. Identidad, cultura y religión en el sur de Jalisco. Zapopan: Colegio de Jalisco, 1997.

1 Página del ayuntamiento de la ciudad de Tijuana, http://www.tijuana.gob.mx/ciudad/CiudadDesarrollo2.asp (acceso octubre 15, 2008)

2 Página de turismo religioso de la Iglesia Católica, http://www.es.catholic.net/turismoreligioso/659/1202/articulo.php?id=32338-77k- (acceso octubre 20, 2008)

3 Evangelista, Álvaro. Entrevista a José Luis López Rubio, Coord. De la Fiesta Patronal de la Madre Santísima de la Luz, Col. Miramar, Tijuana, B.C., 15 de Noviembre de 2008.

4 Ibíd.

5 Ibíd.

6 Ibíd.

7 Red de investigadores del fenómeno religioso en el Centro Occidente de México (El fenómeno religioso en el Occidente de México. VI Encuentro de investigadores. Zapopan: El Colegio de Jalisco, Universidad de Guadalajara-Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades, 2004), 10-15.

8 Vázquez, Lourdes. Identidad, cultura y religión en el sur de Jalisco (Zapopan: Colegio de Jalisco, 1997), 25-50.

9 Op. Cit., Evangelista.


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